viernes, 29 de julio de 2011

Corazón de Aibatt - Sobre la célebre moneda del Alcalde de Saint City


Saint City ha sido desde hace mucho tiempo un lugar muy tranquilo y seguro para gente de clase media o de trabajo básico. Hasta hace unos años, tenía una muy simpática alcalde; jamás supe su nombre pero era muy amistosa. Sin embargo, luego de misteriosos problemas internos en la administración (de los cuales ya les hablaré en su momento), fue reemplazada por un nuevo alcalde, uno de mayor edad; poseía una mirada aparentemente inocente, pero era algo áspera y fría, un traje negro con un par de botones un poco ajustado y un sombrero. Si lo preguntan, no me cayó muy bien la primera vez que tuve la oportunidad de conocerlo.

El alcalde siempre tuvo la costumbre de salir durante el atardecer, hora en que la plaza suele desocuparse casi por completo. Cierto día de invierno, muy nublado por cierto, el viejo en traje negro daba su paseo rutinario de media hora por todo Saint City; cuando una moneda se resbaló por uno de los bolsillos de su saco y cayó sobre el suelo de la plaza. Todos los allí presentes se quedaron en silencio, esperando quizá la típica reacción de dar un paso atrás y recoger la moneda; pero nada. El traje siguió adelante sin percatarse lo acontecido. Un mago se atrevió a advertirle: "s... señor alcalde, se le cayó una moneda", pero el traje no se volteó; siguió su camino hasta perderse por una calle.

Al igual que todos los allí presentes, yo me quedé atónito; de inmediato nos acercamos todos: jóvenes, señoritas, niños, magos, acróbatas, asistentes y mercenarios. Se formó un círculo alrededor de la dichosa moneda, y hasta un elementor se adelantó a iluminar un poco con una llama azul como parte del mosaico en el suelo de la plaza.

- Y ahora qué hacemos, ¿alguien se la queda y se lo devuelve al alcalde? - preguntó vacilante un acróbata, noté que estaba algo nervioso.

- ¿A ese sujeto?, no, no, no, yo no le hablo - aseveró la voz de alguien a quien no llegué a ver.

Hubo un breve silencio, finalmente, llegó mi turno de tomar la palabra.

- Que nadie la toque. El alcalde siempre pasa por el mismo lugar todos los días, ya la encontrará mañana... con lo tacaño y medio mal pensado que es, si alguien se la devuelve pensará que había más.

Nadie se opuso, de hecho no se dijo nada más. Luego, uno a uno, se fueron retirando hasta que sólo quedamos yo y mi viejo amigo Cratus en la plaza ahora casi desierta.

- ¿En serio crees que el alcalde la encuentre? - me preguntó.

- Ya... ni que fuera ciego, y menos con dinero. Además con el brillo que se trae esta moneda ¿quién no la ve? Algo me dice que se va a volver algo famosa.

- ¿Quién sabe?

Cada quien se fue a casa. A la mañana siguiente, ahí estaba: la dichosa moneda bien colocada sobre una piedra que sobresalía del piso de la plaza como si alguien la hubiese colocado sobre un pedestal o algo así. Varios la estaban vigilando, a nadie le gustaría que el alcalde se enterase que alguien perdió una moneda suya. Llegó la hora cero... y el alcalde pasó de largo. Fue frustrante, pero con la cara de pocos amigos que se maneja nadie se animó de pronunciar palabra alguna. Nuevamente todos los presentes nos reunimos alrededor de la moneda. Esta vez fuimos contundentes:

- Bien, yo no pienso tocar esa moneda. Que se quede ahí hasta que el alcalde la vea - fue mi conclusión.

- ¿Y si no la ve por días, o semanas... o meses? - preguntó un aprendiz de mago, se le notaba algo preocupado (creo que conocía al alcalde).

- Pues que se quede ahí tanto tiempo como sea necesario. Él siempre realiza el mismo recorrido todos los días, quizá tome su tiempo pero la encontrará; ¡y hasta que eso pase quiero a esta maldita moneda en esta piedra! - contesté un poco fastidiado. En realidad todo esto me parecía algo incómodo, si me lo preguntan.

Un psíquico, quizá en gesto desafiante,  hizo levitar la moneda y la colocó en la piedra de al lado.

- ¿Y ahora? - me preguntó el muy arrogante. Pero admitámoslo, no era necesario que me irritara de esa forma.

- (Suspiré) Ok, que se quede en esta plaza, ya, ya - cedí finalmente.

Otra vez, todos se fueron; y esta vez sólo me quedé yo, iluminado bajo la enorme gema flotante  en la punta de la gran pileta ubicada en medio de la ahora casi desierta plaza.

En los días siguientes, las cosas no mejoraron en lo absoluto. Y tal como lo vaticinó ese aprendiz, pasaron días, semanas y meses durante los cuales la moneda permaneció sobre la misma piedrecilla sobre la cual la reubicó ese psíquico que por poco y me había dejado en ridículo. De vez en cuando algún mago o psíquico la limpiaba un poco del polvo que se le subiere encima por estar en ese mismo rincón en la plaza de Saint City, cuyo bendito y muy sociable alcalde no era capaz de reencontrar su moneda! (oh, otra vez me alteré).

Pasó todo ese invierno, primavera, verano, otoño... y otra vez tocó invierno. Durante todo ese tiempo, nadie (y lo digo en todo el sentido de la palabra) nadie hizo nada con aquella moneda. Ea repentina honestidad despertó, sobre todo en los viejos sabios del Madrigal, cierto orgullo. "A este paso un gran futuro como sociedad nos espera", le oí decir a uno frente a la fuente de la persona muerta en Flaris. Incluso Porgo, quien siempre se la pasaba ocupado reuniendo pruebas para destapar cierto caso de desapariciones encubiertas por el municipio de Saint City (ya otro día les cuento de qué va la cosa), se mostraba bastante entusiasmado por la un poco inesperada reacción de los ciudadanos. "Vaya, si esta pandemia de honestidad llega al municipio, ya no hará falta que reúna evidencia", me confesó muy alegra cierto día.

La noche de víspera previa al aniversario de la pérdida de la ahora muy célebre moneda del alcalde todos nos reunimos una vez más a contemplarla. Los magos que ocasionalmente le "hacían mantenimiento" sí que habían hecho un buen trabajo, estaba más brillante y pulcra que cuando la encontramos por primera vez.

- Bien, vamos casi un año, ya no creo que falte mucho - declaré.

- Sí, como no. yo le doy medio año más - añadió creyéndose muy gracioso el mismo aprendiz que vaticinó todo este tiempo que ha estado desvelándonos esa moneda.

- Como que le aciertes y ni tu varita te salva del puñetazo que te propino... - le respondí.

Ya todos cansados de estar mirando la moneda, volvimos a nuestras casas. Yo rogaba porque esto se terminara ya, aunque confieso que estaba acostumbrado y ya hasta me gustaba un poco la rutina de custodiar la moneda como protector que era. Finalmente, el día número 365 de la curiosa pérdida de la moneda, el mismo traje negro a quien se le extraviara la moneda tuvo la suerte de dar un paso, dos, tres distintos a lo habitual, rodeó del lado opuesto la pileta central y se detuvo ante un objeto brillante. Se inclinó muy despacio, como si supiera que todos lo estábamos viendo y quisiera hacernos sufrir, alzó la moneda, la observó un momento y la colocó en el mismo bolsillo de donde se le cayó. Luego, prosiguió su camino.

No podíamos salir de nuestro asombro: no sólo había pasado exactamente un año, sino que el alcalde la encontró bajo las mismas circunstancias y la moneda regresó al mismo bolsillo de donde se había caído. El alcalde, como siempre al terminar su caminata, se dirigió donde la panadera Karin por su porción de pan.

- Buenas noches, alcalde, ¿viene por su pan? - le preguntó Karin.

- Sí, pero esta vez, voy a pedir doble porción. Sólo digamos que esta noche tuve la suerte de encontrarme una moneda - respondió gustoso el alcalde.

No exagero en lo absoluto al asegurarles que toda Saint City dió un suspiro en ese momento.

sábado, 23 de julio de 2011

Después de tanto tiempo, mi Perú

Resulta increíble la actuación reciente de la selección peruana en este último partido, este último enfrentamiento por el 3 lugar, en el que han demostrado su capacidad para reponerse de serias pérdidas como lo fue la expulsión del capitán Juan Manuel "Loco" Vargas en el anterior encuentro. Fue una verdadera sorpresa este gran triunfo ante una muy angustiada (y hasta histérica) selección venezolana. En lo personal, yo no le daba muchas posibilidades a la selección peruana luego de la garra que mostró Venezuela en su último cuarto de final, pero al parecer este no fue su día (y encima la reacción de sus jugadores fue decepcionante): el resultado fue un aplastante 4-1 a favor de Perú.

Bueno, lo que verdaderamente importa aquí, y que quiero resaltar, es el gran trabajo, esfuerzo y magnífica demostración de habilidad con el balón de la selección peruana de fútbol desde el ingreso de Don Segio Markarían como DT de la selección (lo que demuestra lo inútil que fue nuestro anterior DT, cuyo nombre ya ni me interesa acordarme); esa gloria y ese potencial que no se veía en la selección desde hace ya varios años (ya décadas)... hasta estoy seguro que al mundial de 2014 sí clasificamos, cosa que hace un par de años lo dudaba mucho. Nuestros jugadores le han devuelto la esperanza a su pueblo, esa esperanza de ver un mundial y poder gritar durante el partido ¡VAMOS PERÚ! ¡SÍ SE PUEDE!... cuya experiencia es realmente incomparable. Realmente considero que todos le debemos las gracias al entrenador y a todos los jugadores por su entrega y amor al deporte; pues a pesar de todo, vaya regocijo, somos los terceros de Latinoamérica.

Y para divertirse un poco, unas fotos bastante llamativas del partido; los mejores momentos del partido por el tercer lugar.


El 1-0 para Perú, por autoría de Chiroque pero... ¿qué está haciendo? ni aterriza todavía y ya festeja (peruanos pe).


Estos incidentes ya no son nada nuevo, de hecho parecemos malditos, es el tercero de la temporada. Pobrecitos, la penúltima vez (fue contra Uruguay) los dos jugadores terminaron en el suelo chillando y reclamando foul XD!


Se los ve contentos ¿no? Chiroque no se esperaba en ese momento la respuesta venezolana en segundo tiempo: un tremendo cabe que casi le tuerce el tobillo. El responsable fue expulsado de inmediato (se lo merecía hace rato ¬¬)


WTF!? Esto ya parece Shaolin Soccer ¿no creen?


Sí, se los ve desesperados, era ya el 2-0 y no pasaba nada con Venezuela


Qué mejor broche de oro para el penúltimo partido de la copa: un golazo de Paolo Guerrero, previo pase de Chiroque (quien hasta ese momento ya estaba mejor y regresó a la cancha a los 80 o 85 minutos). ¿Qué dicen ustedes? yo creo que mejor iría en la final.

Antes de terminar, un link con los goles del partido (quizá añada más luego):

domingo, 17 de julio de 2011

Corazón de Aibatt

Se preguntarán a qué se debe este título (de seguro por la última palabra, que a lo mejor ni entienden ^^). Bueno, esta nueva categoría contendrá una serie de relatos cortos (estilo anécdotas o tradiciones) ambientadas en un universo completamente distinto al habitual o urbano, el "madrigal" de Flyff (mi RPG on-line favorito de toda la vida), todo a través del punto de vista de un humilde asistente. Creo que está demás decir que van a tener que indagar un poco sobre la trama de la historia del juego antes de leerlos. Sé que lo de salirme mucho de la realidad es algo que no hago con frecuencia, pero voy a intentarlo, tengo unas cuantas historias maquinándose en mi cabeza y próximamente las estaré publicando.

Un saludo.

Anécdotas - Confusión por una ilusión

Realmente hay días en los que creo que debería haberme quedado a dormir, pero el día del que les voy a hablar sí que tuvo un muy pero muy mal comienzo (y comparándolo con los peores). Todo ocurrió en un "bendito" viernes de la semana pasada. En la mañana, para empezar, me levanté más tarde de lo usual, me tardé demasiado en salir a tomar la couster y no hace falta decir que llegué prácticamente tarde a la academia: 8:00 am.

Cansado luego de correr como loco 2 cuadras, ingresé con el portón, pero al buscar el bendito carné en el bolsillo de siempre no apareció. ¡Pero qué chucha! (ya comenzó a empeorar mi estrés) rebusqué en otros bolsillos, a lo mejor se me habría colado en un cuaderno, en el boletín o algo... pero nada. Bolsillos, cierres, busqué hasta cansarme (y darme cuenta que me había pasado 5 minutos buscando frente al identificador de asistencia como un idiota) y afronté que no me quedaba de otra que reportar olvido de carné, ya para qué, si de todas formas ya estaba bien tarde. Bajé al sótano, al área de coordinación general, solamente para toparme con otro problema: una tremenda fila de tardones de costumbre que iba desde la puerta hasta el final del pasillo, y estos reincidentes parados conversando con una tranquilidad solamente reflejable en una situación cotidiana. No tuve más opción que esperar al final de la fija. Pasaron unos cuantos minutos hasta que ya sólo faltaban 6 personas para que me atendieran, en ese momento una coordinadora salió muy agitada y furiosa; empezó a armar tremendo escándalo debido a las constantes tardanzas de la misma gente todos los días, no creo que haga mucha falta citar lo que dijo, fue algo muy predecible como eso que cómo es posible que siempre cada día lleguen los mismos sujetos tarde, qué acaso no pueden levantarse más temprano y que a partir de la siguiente semana no iban a perdonar a nadie. Naturalmente, este tipo de regaños me cae terriblemente mal; lo único que consiguió la coordinadora con ese reclamo fue una ligera preocupación en los tardones y que mi cólera se disparara aún más de lo que estaba en ese momento.

Al llegar finalmente mi turno, solicité específicamente que me imprimieran un pase por pérdida temporal de carné indicando que es la primera vez que esto me pasa y que veo a una coordinadora perder los estribos así; de tal forma que creo intimidé un poco a la gruñona (típico de mi conducta cuando estoy de muy mal humor). Subí algo frustrado, creyendo haber perdido varios minutos de la clase, pero nada, si resulta que hasta el profesor se había tardado demasiado y encontré todo el salón en tremendo bullicio (uno de esos días en los que me pregunto si de veras estoy en un salón de academia). Se imaginarán la tremenda chacota que hicieron todos los compañeros al momento que ingresé, una completa "palta" como se dice en barrio. Para rematar lo feo del asunto, por llegar tarde no me quedó de otra que sentarme al fondo, y no es que tenga muy mala vista pero con el reflejo que genera la luz diurna en la pizarra es muy difícil ver lo escrito desde más atrás de la cuarta fila.

El resto del día no estuvo tan malo salvo porque no hubo mucho trabajo (cosa que al margen de lo que a varios les parezca, me molesta mucho) y casi no pude entrar una sola vez al computador (sí, a pesar de estar aparentemente desocupado).

Bueno, no es que sea un tormento, pero estos últimos días han sido muy difíciles y sobre todo estresantes. Menos mal ya se acerca el descanso entre semestres, así que los dedicaré a recuperar el tiempo perdido tanto en el blog como en todo lo demás. Haré todo lo posible por que así sea, pero de todos modos debo lucharla para asegurar mi ingreso (lo cual es tan prioritario para mí como este blog), cosa que no va estar muy fácil.

sábado, 16 de julio de 2011

Temas Nokia - TuneUp Utilities

Antes de empezar, quiero pedirles disculpas a todos por la desatención aquí. He estado muy ocupado últimamente en mis estudios, apoyar en el negocio familiar y en el tema que procederé a mostrarles. Tengo 3 artículos pendientes, uno de ellos ya casi está terminado. Reitero mi petición de disculpas y espero estar un poco más activo ahora que se acerca el descanso entre semestres.

TuneUp Utilities

Le dediqué un tema a mi optimizador favorito para Windows, en verdad se ha ganado toda mi confianza y lo uso y recomiendo desde que tengo un computador... aunque confieso que no pago, le conseguí un Keygen (de FFF, se los recomiendo, esa marca es de confianza), pero ese no es el punto.

Tema del optimizador TuneUp Utilities para tu Nokia; conciso, ligero y vistoso como siempre.

Formato: .nth (Nokia)

Requerimientos: resolución 128 x 160 px, compatibilidad para cambio de íconos.

Vínculo: http://dscore.webcindario.com/storage/TuneUp_Utilities_Theme.nth (Descarga directa)

Complementos:
Protector de pantalla:  http://dscore.webcindario.com/storage/TuneUp_screensaver.gif