Y ahora un pequeño cuentito estilo oda que se ocurrió mezclando un par de recuerdos con ideas perdidas.
Recuerden que esto es solo un relato ficticio y en ningún caso refleja una realidad concreta, que yo conozca.
Aún recuerdo la primera vez que la vi. Era un día cualquiera, en un lugar cualquiera afuera de una vieja lavandería. Cabello ondulado café, ojos café, de piel con un tondo equilibrado, ni muy clara ni muy oscura. Una mirada apacible, capaz de brindar tranquilidad quizá hasta al peor de los atormentados. Así era ella, además de sencilla y alegre. Era lo que alguna vez pensé que sería la perfección encarnada en una mujer. Vestía ropa simple, un short de tono verde militar y un polo blanco.
Recuerden que esto es solo un relato ficticio y en ningún caso refleja una realidad concreta, que yo conozca.
Aún recuerdo la primera vez que la vi. Era un día cualquiera, en un lugar cualquiera afuera de una vieja lavandería. Cabello ondulado café, ojos café, de piel con un tondo equilibrado, ni muy clara ni muy oscura. Una mirada apacible, capaz de brindar tranquilidad quizá hasta al peor de los atormentados. Así era ella, además de sencilla y alegre. Era lo que alguna vez pensé que sería la perfección encarnada en una mujer. Vestía ropa simple, un short de tono verde militar y un polo blanco.