martes, 30 de noviembre de 2010

Anécdotas - Viaje de Promo - Día 1

Bueno, ahora relataré que tal me fue en el primer día de mi viaje de promo a Cañete.

Cuando llegamos, el hambre me mataba, lo primero que se me ocurrió al bajar en la terminal fue dirigirme al puesto de frutas y comprarme un par de plátanos para matar el hambre. Vaya que me hacia falta. Fuimos a la plaza y comenzaron las quejas de todos (en especial de las mujeres, cuando no): que qué hacíamos ahí, que no hay nada que ver, que fuéramos de una vez a Lunahuaná... Al final seguimos esa última sugerencía, no sin antes comer en un restaurante, yo me mandé de entrada una ensalada de frutas y de plato de fondo un seco de pollo. Nos tomamos un par de fotos para variar.

De imediato nos fuimos a buscar un vehículo para irnos a Lunahuaná. Nos tomó media hora llegar. Ahí nos recibió un joven bien amable, de nombre Manuel; nos dió presupuestos de hoteles y un plan de Tour. Nos fuimos al Hotel Garden, un "telo" con piscina y cuartos amplios, y un cuarto de juegos de mesa (billar, sapos y fulbito de mano). Salió algo caro, 70 soles por cuarto (pero para dos cuartos y 9 personas no era un problema). Luego hicimos un tour y visitamos 2 viñeros (que lástima, uno estaba cerrado), pero al menos pudimos pasear a caballo. Fue mi primera vez en un caballo, confieso.

Llegó la hora de cenar, un chupe de camarones nos cayó bien, y una broma no podía faltar. Luis, el mayor de todos, le puso harto ají a la sopa de Katushka (así le llamo yo). Ella comió sin reparos... y cuando a cabó todos estallamos en risa. La tutora no comprendió nada hasta el día siguiente cuando se lo contamos. Katushka se enteró por su lado. Vio diablos...

De regreso al Garden, algunos se pusieron a tomar (emmm... a mí en particular no me gusta la "chela", no es por fastidiar a nadie, pero... así soy yo, aguántenme), Katushka más que todos... demasiado: quedó borrachaza, y como toda borracha, comenzó a hacer un espectáculo de estupideses del que todos nos mofamos hasta el día siguiente.

Yo en particular casi no pude dormir, ya que todos se asustaban en la noche pues decían ver sombras en la ventana... Luis (quien por cierto ya tiene 18 años, ya es todo un "hombrecito") fue el que más miedo tuvo... ¡Bah! pero si era el vigilante, ya pues no se pasen...

Como a la 1:30 conseguí pegar el ojo...

1 comentario:

  1. Hola!!!
    claro que las mujeres siempre nos quejamos, es una forma que tenemos para sacar tensiones. No tenía idea del lugar que señalas y he tenido que buscar, por lo que veo parece divertido... es mi primer comment a tu blog, que rico poder salir y respirar nuevos aires. Disfruta mucho y pss sigue contandonos tus anécdotas.

    Saludos Zezee

    ResponderEliminar