No todo en nuestras vidas es "chévere" y "buena vibra", tenemos nuestras preocupaciones; sobretodo considerando cambios climáticos, aumento en la población (vamos más de 10 millones, y en un planeta tan minúsculo como el nuestro pues... la cosa se está poniendo un poco complicada), problemas con el desempleo y ciertos conflictos internos que acarreamos desde generaciones atrás. Es sobre esto último que pienso entrar en detalles.
Cada año, a inicios de otoño, un aura oscura envuelve Darkon; viejos temores regresan con la misma intensidad con la que atormentaron a nuestros antepasados... las 3 estrellas de la constelación mayor se alinean y el sello que mantiene encerrado al Clockworks pierde fuerza, a veces, al grado de desvanecerse temporalmente, pero por el tiempo suficiente como para que este escape y ocasione destrozos por todo nuestro hogar. Pero, ¿qué o quién es esa dichosa entidad?
De vuelta en los pasajes históricos del Madrigal, existe una leyenda de heroísmo que se le ha contado a todos los niños y se la saben todos los hombres. La historia del Clockwoks, una gran, majestuosa y mecánica máquina en forma de araña; que posee un alma muy inquieta dentro de sí. La historia cuenta cómo una vez que ocasionó estragos en todo el mundo; como él pisó, recortó, y rugió todo lo que encontró en frente suyo. Los Clockwoks solían ser de un color cobre rojizo y tenían un hermoso sol marcado en sus rostros. El mayor Clockwoks en ser documentado fue el Señor Alfa Clockwoks, que es más de un naranja quemado, con partes color sangre. Este fue quien se reveló contra todos. Alfa Clockwoks es muy peligroso, se eleva sobre la tierra cual dinosaurio antiguo. Se dice que el Clockwoks había sido derrotado y encerrado en Darkon. Hubo un tiempo en el que se había escapado y Clockwoks arrasó con todo alrededor de las ciudades de Madrigal buscando venganza, pero para su desgracia ha sido capturado y enjaulado una vez más. Sin embargo, nada sale perfecto por mucho tiempo, y varias veces ha conseguido escapar; por lo que es deber de todos quienes tengamos las facultades físicas (y psicológicas, dicho sea de paso) necesarias el encerrarlo y no darle chance de perjudicarnos el resto del año.
Pero, el caso de nuestro escurridizo y testarudo "relojito", como sólo algunos se han atrevido a llamarle en alguna ocasión, es tan sólo la punta del iceberg; los problemas entre los dioses y la dimisión y posterior división de Rhisis en sus tres aspectos principales (Burbuja, la amable y un poco ingenua, siempre nos ha echado una mano; Sombra, la melancólica, depresiva y bastante egoísta, la causa principal de todos nuestros problemas; e Iblis, la seca, apática y extremadamente neutral, la que nunca se mete en la vida de los demás porque no quiere empeorar las cosas para que luego vengamos a echarle la culpa... según ella ¬_¬ ) ha traído consigo un sin fin de problemas, entre los que me animo a destacar las invasiones masivas de Masquerpets (las hay ofensiva e inofensivas, pero las dos traen algo en común: excremento por doquier... ¡Ewww!), las hordas de determinadas especies en distintas áreas, desapariciones, posesiones (eso casi nunca pasa, pero las veces en que pasó han sido bien feas), y lo más reciente: apariciones de muertos vivientes; zombis, mejor dicho.
Hablando de muertos que no parecen muertos (salvo por el olor a podrido que se les puede sentir a metros), estos dos últimos años, coincidiendo con la época de riesgo de fuga del Clockworks, se han reportado inusuales desapariciones y posteriormente se ha ubicado a los desaparecidos... andando en andrajos y medio descompuestos. El laboratorio de investigaciones médicas de Saint City reveló días después que al parecer se trataba de alguna especie de virus. No cabía duda de que Sombra había vuelto a hacer de las suyas, la grandísima pesada se había tomado la molestia de enviarnos una nueva plaga para agrandar nuestra lista de preocupaciones y tener que aumentar el presupuesto fiscal.
Somos pocos quienes hemos tenido un encuentro cercano con uno de esos zombis; lo peor es que es seriamente difícil devolverlos a la normalidad, puesto que su alma está maldecida, y es necesario que un Maestro de Anillos verdaderamente poderoso lo deshaga antes de proceder con una resurrección normal. Recuerdo una vez en la que me encontré uno, fue el año pasado, pues este año no han tenido tanta suerte para encontrarme y pegarme buen susto. Era ya tarde, después de un largo día custodiando unas mercancías para un negociante local, me hallaba en medio de una pampa en el islote conocido como "Jardín de Rhisis". No había nada peculiar por ahí, una noche como cualquier otra, salvo que estaba de muy buen humor por todo el trabajo y la buena paga del día; pero, de repente, un aire seco y pesado sopló desde el horizonte, oí unas ramas crujir y un par de pasos medio disparejos: algo se aproximaba hacia mí, y a esas horas no podía ser nada bueno. Empuñé mi nudillo y mi escudo, sólo por si acaso. De súbito apareció un olor terriblemente rancio, sentí un escalofrío que me dejó tieso... supe de inmediato de qué se trataba la cosa, me dí cuenta de que me había fichado un zombi. Cualquiera en mi lugar habría salido corriendo, a decir verdad no sé por qué yo no lo hice (pero estoy seguro de que por valentía no fue -_-¡), solamente me quedé en donde estaba, totalmente inmóvil, casi ni respiraba. me sentía nervioso, ya me habían contado algunos casos similares pero pese a todo no sabía que hacer. Finalmente, el oscuro caminante se me acercó a mis espaldas, sentí su fétido aliento resoplarme en el cuello; y fue ahí cuando lo escuché rugir:
- ¡¡¡¡BRAIIIIIIIIINS!!!
- Whoaaaaah... (PWNED!)
Del tremendo susto que padecí, le propiné tremendo puñetazo al zombi en toda la cara por puro acto reflejo; así que todo lo que pude ver al darme la vuelta fue su cuerpo volando por los aires por un lado, y su cabeza por el otro. No le di tiempo de reincorporarse, "patas para qué las quiero" dije y arranqué a toda velocidad hasta perderlo. Supongo que no estaba psicológica o físicamente preparado para restaurar a un zombi en ese momento, aunque ahora me siento apenado por fallarle a quien fuera "alguien" en algún momento.
Bueno, eso es sólo una de todas las peripecias por las que un flyrifiano de hoy tiene que pasar; pero, viéndolo del lado positivo, al menos volví a Saint City con una buena historia para romper la noche.
El Clockworks haciendo de las suyas en "Jardín de Rhisis" . Pero como no es un lugar habitado, nadie le hizo mayor caso.
De vuelta en los pasajes históricos del Madrigal, existe una leyenda de heroísmo que se le ha contado a todos los niños y se la saben todos los hombres. La historia del Clockwoks, una gran, majestuosa y mecánica máquina en forma de araña; que posee un alma muy inquieta dentro de sí. La historia cuenta cómo una vez que ocasionó estragos en todo el mundo; como él pisó, recortó, y rugió todo lo que encontró en frente suyo. Los Clockwoks solían ser de un color cobre rojizo y tenían un hermoso sol marcado en sus rostros. El mayor Clockwoks en ser documentado fue el Señor Alfa Clockwoks, que es más de un naranja quemado, con partes color sangre. Este fue quien se reveló contra todos. Alfa Clockwoks es muy peligroso, se eleva sobre la tierra cual dinosaurio antiguo. Se dice que el Clockwoks había sido derrotado y encerrado en Darkon. Hubo un tiempo en el que se había escapado y Clockwoks arrasó con todo alrededor de las ciudades de Madrigal buscando venganza, pero para su desgracia ha sido capturado y enjaulado una vez más. Sin embargo, nada sale perfecto por mucho tiempo, y varias veces ha conseguido escapar; por lo que es deber de todos quienes tengamos las facultades físicas (y psicológicas, dicho sea de paso) necesarias el encerrarlo y no darle chance de perjudicarnos el resto del año.
Sí, así de enorme es esa cosa... una vez casi pisó a un amigo mío.
Aquel fatídico día en el que destrozó Saint City, gracias a la infinita bondad de Rhisis que no tuve la oportunidad de verlo. Dicen que fue necesario todo un año para reparar los daños.
Aquel fatídico día en el que destrozó Saint City, gracias a la infinita bondad de Rhisis que no tuve la oportunidad de verlo. Dicen que fue necesario todo un año para reparar los daños.
Pero, el caso de nuestro escurridizo y testarudo "relojito", como sólo algunos se han atrevido a llamarle en alguna ocasión, es tan sólo la punta del iceberg; los problemas entre los dioses y la dimisión y posterior división de Rhisis en sus tres aspectos principales (Burbuja, la amable y un poco ingenua, siempre nos ha echado una mano; Sombra, la melancólica, depresiva y bastante egoísta, la causa principal de todos nuestros problemas; e Iblis, la seca, apática y extremadamente neutral, la que nunca se mete en la vida de los demás porque no quiere empeorar las cosas para que luego vengamos a echarle la culpa... según ella ¬_¬ ) ha traído consigo un sin fin de problemas, entre los que me animo a destacar las invasiones masivas de Masquerpets (las hay ofensiva e inofensivas, pero las dos traen algo en común: excremento por doquier... ¡Ewww!), las hordas de determinadas especies en distintas áreas, desapariciones, posesiones (eso casi nunca pasa, pero las veces en que pasó han sido bien feas), y lo más reciente: apariciones de muertos vivientes; zombis, mejor dicho.
Hablando de muertos que no parecen muertos (salvo por el olor a podrido que se les puede sentir a metros), estos dos últimos años, coincidiendo con la época de riesgo de fuga del Clockworks, se han reportado inusuales desapariciones y posteriormente se ha ubicado a los desaparecidos... andando en andrajos y medio descompuestos. El laboratorio de investigaciones médicas de Saint City reveló días después que al parecer se trataba de alguna especie de virus. No cabía duda de que Sombra había vuelto a hacer de las suyas, la grandísima pesada se había tomado la molestia de enviarnos una nueva plaga para agrandar nuestra lista de preocupaciones y tener que aumentar el presupuesto fiscal.
Un zombi, avistado en Madren Town, luego de levantarse a una vecina el condenado este.
Somos pocos quienes hemos tenido un encuentro cercano con uno de esos zombis; lo peor es que es seriamente difícil devolverlos a la normalidad, puesto que su alma está maldecida, y es necesario que un Maestro de Anillos verdaderamente poderoso lo deshaga antes de proceder con una resurrección normal. Recuerdo una vez en la que me encontré uno, fue el año pasado, pues este año no han tenido tanta suerte para encontrarme y pegarme buen susto. Era ya tarde, después de un largo día custodiando unas mercancías para un negociante local, me hallaba en medio de una pampa en el islote conocido como "Jardín de Rhisis". No había nada peculiar por ahí, una noche como cualquier otra, salvo que estaba de muy buen humor por todo el trabajo y la buena paga del día; pero, de repente, un aire seco y pesado sopló desde el horizonte, oí unas ramas crujir y un par de pasos medio disparejos: algo se aproximaba hacia mí, y a esas horas no podía ser nada bueno. Empuñé mi nudillo y mi escudo, sólo por si acaso. De súbito apareció un olor terriblemente rancio, sentí un escalofrío que me dejó tieso... supe de inmediato de qué se trataba la cosa, me dí cuenta de que me había fichado un zombi. Cualquiera en mi lugar habría salido corriendo, a decir verdad no sé por qué yo no lo hice (pero estoy seguro de que por valentía no fue -_-¡), solamente me quedé en donde estaba, totalmente inmóvil, casi ni respiraba. me sentía nervioso, ya me habían contado algunos casos similares pero pese a todo no sabía que hacer. Finalmente, el oscuro caminante se me acercó a mis espaldas, sentí su fétido aliento resoplarme en el cuello; y fue ahí cuando lo escuché rugir:
- ¡¡¡¡BRAIIIIIIIIINS!!!
- Whoaaaaah... (PWNED!)
Del tremendo susto que padecí, le propiné tremendo puñetazo al zombi en toda la cara por puro acto reflejo; así que todo lo que pude ver al darme la vuelta fue su cuerpo volando por los aires por un lado, y su cabeza por el otro. No le di tiempo de reincorporarse, "patas para qué las quiero" dije y arranqué a toda velocidad hasta perderlo. Supongo que no estaba psicológica o físicamente preparado para restaurar a un zombi en ese momento, aunque ahora me siento apenado por fallarle a quien fuera "alguien" en algún momento.
Bueno, eso es sólo una de todas las peripecias por las que un flyrifiano de hoy tiene que pasar; pero, viéndolo del lado positivo, al menos volví a Saint City con una buena historia para romper la noche.
Mmmm... no entendí nada pero me da gusto que sigas adelante con tu blog...
ResponderEliminarSaludos enormes :)
XD! XD! XD! XD! XD!
ResponderEliminarNo te culpo, lo tendrías que haber jugado para poder entenderlo con relativa facilidad.
Me alegra muchísimo verte de vuelta por aquí ^_^ .
Un besote.