Damas y caballeros, después de años de intensa búsqueda, la Policía Nacional y el Ejército han logrado la tan soñada captura de uno de los mayores líderes senderistas que quedaban: el camarada "Artemio"... vállanse a la con*** [coloque tantas lisuras como se le antoje aquí].
Ok, ya lo capturaron, recibimos los 5 millones de recompensa, y el Estado casi hace fiesta por una captura de la que, sinceramente, no merece el menor crédito. Son muy pocos (por no decir, casi nadie) los que cuentan todo lo que ha estado pasando en realidad, que Artemio cayó por una "guerra de bandas" y no por labores de inteligencia.
Al parecer, uno de los últimos dirigentes al mando de Sendero Luminoso ha caído, para el bienestar de unos, el malestar de otros y la completa indiferencia de unos cuántos (levanto la mano; yo en lugar de un terruco lo considero parte de una corriente de idealismo político, cuyos métodos en realidad no me parecen los más efectivos); sobretodo porque el Estado peruano quiere echarse el crédito por algo que simplemente fue parte del plan del ahora sucesor de Artemio, el camarada José, para apoderarse de los cupos del narcotráfico en la zona del Alto Huallaga. Esto no ha sido más que el plan de un terruco del cual sólo fuimos parte (como quien diciendo, un peón en su estrategia de ajedrez); la Operación Perú de la que tanto se jactan algunos se podría decir que más ha sido una vergüenza que un logro, ya que el soplón que les ayudó a capturar a Artemio posiblemente trabajaba para "José", quien ahora tiene el camino libre para apoderarse del narcotráfico en este país.
Fuimos los títeres de un terruco, ¿se lo alucinan?: Víctor Quispe Palomino, el "Camarada José", el hasta hace poco dueño de los cupos por narcotráfico de las zonas del Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE); ahora se ha adjudicado también el control sobre la zona del Alto Huallaga. Y así dicen que ahora el Huallaga estará en paz, si no salió de un problema para meterse en otro igualito; pero bueno, estamos en Perú ¬_¬' .
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